"Nuno, el yonqui que interpreta el padre del bebé, le dijo a Pedro Costa que lo primero en lo que uno se fija de los pobres es en los huesos. También le dijo otra cosa: que no sabía si podría terminar la película porque se sentía más frágil que el bebé que llevaba en sus brazos"
Así se títula la obra que da a conocer a tres de los muchos yonquis que habitan en el barrio de Fontainhas, Lisboa. Rodada intecionadamente con pocos medios, "Ossos" es una película realista en el sentido más estricto de la palabra. Y no solo se basa en la economía de medios para dotar de crudeza a sus escenas, también en sus innumerables elipsis y en la escasez de diálogo. No hay otra historia aparte que contar, los personajes se conocen tanto como su día a día. Las miradas vacías que pueblan la pantalla están tan cargadas de pesimismo como una de las zonas más sordidas de la capital portuguesa. Esto es lo que se retrata en "Ossos": Yonquis que usan a su bebé como reclamo para mendigar dinero para drogas, ambientes marginales y un futuro totalmente cerrado a nuevas expectativas.
1 comentario:
Acabo de ver la película y me ha impresionado, realmente.
La luz como sintagma básico de oscuridad, la falta de palabra como forma de indicar la comunicación que no busca el punto de encuentro, el mal presente como metáfora del egoísmo supremo.
ME ha gustado
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